Día 2. Sentido y sensibilidad. Turno 14-17 años. Camino de Santiago 2015

 


Hola soy Edu lince veterano del campamento con ya 3 campamentos a las espaldas, entre ellos la primera edicion de este maravilloso campamento en el Camino de Santiago. Aquí a mi lado se encuentra el lince Jorge. Entre los dos redactaremos nuestro maravilloso viaje desde Alto do Cebreiro a Triacastela.

Comenzamos nuestra etapa a las 6:30h de la mañana tras pasar la noche en el portico de la iglesia de O Cebreiro, cojimos el desayuno y comenzamos a caminar, no sin antes habernos hecho la foto con este maravilloso equipo con el que comparto las experiencias de el campamento.


Nada mas salir, el explendor de la naturaleza gallega nos envolvió por completo haciendo a nuestros sentidos gozar de placer con las vistas del grandioso paisaje que estábamos viendo.


El lince más avanzado de nuestro grupo fue Pain, llegó con 30 minutos de adelanto al lugar del almuerzo, la pequeña aldea de Fonfría allí fue donde se reagrupó el equipo de linces y proseguimos nuestra marcha.

Luego una alegre gallega con sus entrados años, preparó unos crepes para unos cuantos linces, a cambio de su voluntad. Estaban buenísimos. Los huevos y la leche eran de sus animales de granja.


Por el camino entramos en un bar a que nos sellaran la credencial y el camarero nos contó uno de los graves problemas de su entorno. Se trata de la ausencia de posibilidades de transporte escolar para los niñ@s de esas aldeas. Ya que para ir al instituto tenían que ir a Sarria, y para ello levantarse muy pronto. El hombre sugería que debería haber un autobús público que hiciera la ruta y una sección del instituto en Triacastela. Nos dijo que si hubiera ese transporte colectivo, y la sección del IES en Triacastela, reduciríamos la huella de carbono y habría puestos de trabajo locales.
 
También nos llamó la atención una desoladora herida en nuestra Tierra: se trata de una cantera a cielo abierto. Que no solo dañaba nuestra vista de linces, sino que afectaba al ecosistema.


Tras más horas de camino llegando a Triacastela, vimos los enormes Castaños que pueblan los alredores de este pueblo. Sobre todo uno de ellos, el centanario Castaño, nos asombró por su gran tamaño.

Ya en Triacastela nos quedamos en el albergue público y comimos en un restaurante local. Nos pareció muy rica la comida: Macarrones con patatas y huevo.

Tras la comida aprovechamos para lavar nuestra ropa, ducharnos y descansar un rato del largo viaje. Al despertar continuamos con la dinámica para conocernos mejor y compartir que había preparado el equipo educativo.


En esta dinámica hablamos de las diferentes emociones que nos había brindado esta primera etapa a través de lo que había impactado en nuestros 5 sentidos. Algunas de las cosas que salieron: Desde el tacto de los abrazos con algunos peregrinos, el sabor de la comida gallega, la hermosa visión del paisaje natural, el sonido del constante deseo del '¡Buen Camino!' hasta el curioso olor de las 'plastas' de nuestras amigas las vacas galleguiñas. Nos gustó esta actividad porque nos ayudó, primero a reírnos un rato, pero sobre todo a fijarnos más en lo que nos rodea. Todo esto lo escribimos en papelitos que metimos en una Torta de Santiago. Luego la partimos para disfrutarla pero también para ver a quiénes les tocaban los papelitos y poder compartir de esta forma original nuestras experiencias en la etapa de la mañana.


Al acabar, cocinamos unas lentejas, Jorge, Darío y Ana, con la ayuda del equipo educativo. ¡¡La verdad es que salieron súper ricas!! La cena también fue un momento de risas y compartir experiencias.


Acabamos el día como siempre, primero con lo que menos y más nos había gustado de la jornada y luego con nuestro querido 'Mil millones de estrellas'.

Hoy han escrito el blog Jorge Miguel y Edu Torres. Ayudados por el coordinador Marcos Pla.

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