Octavo día: La voz de la Naturaleza/Marcos Pla



Arrancamos este día en la aldea de Ombre a las puertas del Parque Natural de las Fragas del Eume. Tras el energético desayuno, nos dirigimos hacia el área recreativa del Eume, en la que nos encontraríamos con los monitores de piragua del Club Naútico Firrete de Pontedeume.
Nos fuimos preparando poniéndonos el bañador, cuando de repente, no sabemos como (je, je), nuestra moni Raquel, se cayó al agua.



Cuando llegaron los monitores del CN Firrete, nos explicaron la actividad que íbamos a hacer y el uso de las piraguas y los remos. Y rápidamente nos fuimos metiendo por parejas en las piraguas que era lo que más nos apetecía, equipados con nuestro chalecho salvavidas.

El recorrido fue muy disfrutón, pues el Eume, es un río espectacular por su márgenes y caudal, pero en ese tramo es de aguas tranquilas, por lo que pudimos jugar como nutrias entre nosotr@s, tirándonos agua, abordando otras piraguas, bajando de ellas, y bañándonos en el Eume...
Además, de cuando en cuando de la ribera, salía algún Busardo ratonero, que ponía la nota naturalista y salvaje, al recorrido.

Pudimos comprobar con tristeza y pena, como acercándonos a Pontedeume, cambiaba el tono del agua, y aparecía alguna basura.

Al llegar a la base del CN Firrete dejamos las piraguas y nos dimos un último baño en el muelle. Comimos en Pontedeume y regresamos a Alvarella después de 2 días de marcha.



Allí, tras la merienda y organizarnos un poco la habitación, nos juntamos por equipos a pensar qué nos gustaría contarle a la gente de Pontedeume, de todas las cosas que habíamos hecho en el campamento.

Porque de la misma manera que Félix contaba lo importante que era la naturaleza para nosotr@s, no queríamos que todas las cosas tan importantes y bellas que estábamos viviendo en este campa, quedaran solo dentro del grupo de los linces y la manada educativa, queríamos sacarlo fuera, que los linces se lo contaran a la gente, que fueran multiplicadores/as de nuestro mensaje.



Pero hoy, esto lo hacemos en equipo, así que fueron ell@s, los que con su energía, sus buenos argumentos, dialogando, votando, se pusieron de acuerdo en que querían hablarle a la gente sobre todo de bosques y especies en peligro de extinción.

Luego estuvimos razonando como querían hacerlo. Siempre de una forma pacífica, festiva, creativa... Y decidieron que querían montar un punto informativo, con la música de 'El hombre y la Tierra' de fondo y con una tela que recogiera todas las inquietudes que querían trasladarles a sus conciudadan@s.

Después de este esfuerzo creativo, nos pegamos una ducha, cenamos e hicimos una velada súper divertida llamada 'El faro de Alejandría' donde jugamos a que unos piratas, habían apagado la luz del faro de Alejandría y por tanto todos los barcos que surcaban los mares por la zona, corrían peligro de estrellarse contra las rocas de la costa. La misión de los linces era devolverle la luz al faro y expulsar a los piratas. Para ello tenían que llegar hasta el faro, sin que los piratas (las monis) averiguaran quien era cada un@, pues cada vez se ponían un disfraz o ropa distinta. Entre risas, carreras, cambio de vestuario, gritos y linternas, transcurrió la velada que culminamos con nuestra asamblea y nuestro canto de estrellas.

Ya nos encontrábamos cerca de llevar a puerto nuestro primer campamento Félix Rodríguez de la Fuente, pero aún nos quedaba algo muy importante: Convertirnos en 'La voz de la Naturaleza'

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